Salomé García
Vaya por delante que en este tema soy radical. Me enferma que esta democracia de la que presumimos y aquella transición que evocamos como cuasi perfecta haya dejado un rastro de injusticias que siguen provocando agravios 30 años después. Quiero un país en el que no haya que rememorar el pasado continuamente, pero porque ya no haya cuentas que saldar. Quiero que el Valle de los Caídos se estudie en los colegios como el mayor monumento al horror de cuantos siguen en pie en España; que los familiares de los condenados a trabajos forzados que reposan en sus nichos (unos 25.000, nada menos) puedan recuperar esos huesos y erradicar la tortura de saber que sus deudos comparten tumba con quienes fueron sus verdugos. Quiero que se niegue a los joseantonianos y franquistas el derecho a manifestarse cada 20 de noviembre a favor de la dictadura y que se haga con la misma fuerza con la que se reprime a los abertzales radicales que propugnan la violencia de ETA.
Quiero que desaparezcan las placas, los escudos y las estatuas que exaltan a Franco en todo el territorio nacional, porque no hay democracia que se precie que no elimine los vestigios de la dictadura que la precedió. Quiero dinero público para abrir cuantas fosas comunes estén localizadas. Que ningún gobierno de España escatime un euro para devolver la paz a quienes quieren un lugar digno donde llorar a sus muertos.
Quiero que todos los particulares e instituciones que lo reclamen puedan recuperar los documentos que les fueron arrebatados en la guerra; ésos que algunos prefieren podridos en los sótanos del Archivo de Salamanca antes que en los cajones de sus legítimos dueños. Quiero un parador nacional (y a precios razonables) en el pazo coruñés de Meirás, que aún forma parte del patrimonio de la familia Franco. Y, por su puesto, que no vuelva nadie a subvencionar la Fundación Franco.
Quiero un gobierno que desee lo mismo que yo y un partido de la oposición que no tenga complejos en cortar las amarras con la dictadura.
Y lo quiero ya, que muchos se están muriendo sin que se haya hecho justicia.
1 comentario:
Yo también quiero un gobierno que no haga homenajes a quienes practicaron el más puro holocausto en Paracuellos (más de 5.000 muertos entre ellos mujeres y niños por orden de Carrillo), que recuerde que bajo la tercera república y bajo el mandato de Esquerra Republicana murieron más catalanes que en toda la Guerra Civil, que recuerde que se asesinaron a mas de 7.000 religiosos solo por sus creencias, etc, etc
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