28 octubre, 2012

Aquel 28 de octubre de 1982 en la cocina de mi casa...

Aquel 28 de octubre de 1982 apenas había cumplido los 11 años de vida y no sabía muy bien que pasaba a mi alrededor, aunque notaba que algo importante estaba a punto de ocurrir.

Aquel jueves de octubre, especialmente a última hora de la tarde, recuerdo perfectamente los nervios de mi padre, hijo de un agricultor al que nunca llegó a conocer, pues su cargo de concejal socialista hizo que le mataran una fría madrugada de noviembre del año 36.

Aquel 28 de octubre recuerdo como casi se podía tocar la enorme ilusión en el ambiente de la cocina de casa, a mi padre le recuerdo emocionado de ver con sus propios ojos como un joven abogado sevillano, al frente del PSOE, conseguía ganar las elecciones en nombre de millones de españoles y con ello honrar la memoria de los que habían perdido la guerra y les habían arrebatado hasta su propia vida.

Aquella tarde pude volver a escuchar como mi padre recordaba con cariño y nostalgia a su madre, mi abuela Teresa, maestra depurada y fallecida tres años antes, que había sobrevivido con gran amargura a la guerra y a toda la dictadura consiguiendo sacar adelante ella sola a sus cuatro hijos en un pueblo como Casalarreina, eso sí, sin olvidar ni por un día aquellos dramáticos meses de 1936 cuando se llevaron a su marido para matarlo sin misericordia.

Aquella noche cuando Alfonso Guerra salió en aquella televisión de blanco y negro a comunicar que se habían ganado las elecciones y, ¡con sus propios datos!, clavó los 202 diputados... Aquella tarde-noche, larguísima y a la vez efímera, cuando salió Felipe cual Presidente... Aquella noche cuando se abrió aquella ventana del Hotel Palace con Felipe y Guerra con su manos en alto...

Aquella noche en muchos hogares españoles, como en aquella vieja cocina de leña de mis padres en Casalarreina las lagrimas, la  emoción y el recuerdo se desbordaron como pocas veces sucede en la vida.

¡Va por ellos! Y por ellos ¡gracias!




1 comentario:

Pinolero dijo...

Aquel 28 de octubre yo estuve de Presidente de Mesa electoral en mi pueblo; y hasta muy última hora de la noche no me enteré del cambio; pues los resultados del árbol azul de mi pueblo me impedían ver el bosque rojo de la esperanza en España.

Felicidades por el 30 aniversario.