Cabalgata de Reyes en Casalarreina

Mañana a las 19:30 horas, como cada año, y ya van unos cuantos, tendremos a los Reyes Magos en Casalarreina. Merece la pena escribir cuatro letras sobre la Cabalgata de Reyes de Calarreina. Y lo merece por muchas razones, pero bastaría sólo la enorme cantidad de ilusión que trae a los niños (y no tan niños) de nuestro pueblo para escribir lo maravillosa que resulta la noche de Reyes en Casalarreina.

Es impresionante observar la cara de felicidad de los niños cuando ven aparecer a los Reyes Magos, junto a su pajes y acompañantes, desfilar por el pueblo a lomos de sus caballos, seguidos por sus magníficas carrozas camino del Belen viviente que se organiza en la Florida (este año en la campa del convento, debido a las obras). Aunque para admirar caras, las que se ven un poco más tarde en la parroquía al recoger los regalos de las mismísimas manos de los Reyes de Oriente.

Pero hay más razones para comentar nuestra Cabalgata. Muchas más. Sí, porque quizás alguien pueda creer que la Cabalgata ha estado siempre ahí, que surge cada año de la noche a la mañana, y no es así. Surgió, como tantas cosas, de la ilusión de un grupo de personas, que de la mano del párroco de la localidad (D. Rodolfo) supieron hacer realidad un sueño que dura ya décadas. Pero también es justo decir que ese sueño no es fácil, cuesta trabajo, esfuerzo, e incluso dinero, aunque de la mano de personas extraordinarias, parezca que la Cabalgata es algo natural del paisaje navideño de Casalarreina.

En estos años (décadas) de Cabalgata han sido muchas las personas que han participado de alguna manera, se puede decir que generaciones enteras hemos sido pastorcitos, ángeles o qué se yo, porque cada año hay novedades y nuevos personajes. Lo que no ha cambiado ha sido el esfuerzo de esas personas, a las que va dirigido este post, pues sin ellos ni ellas sería posible su realización. Se trata de uno de los actos más entrañables de nuestro pueblo y hay que cuidarlo.

Por ello, merece la pena apoyar y reconocer el trabajo duro y callado de las personas que realizan la Cabalgata cada año, y sólo con el único deseo de hacer felices a sus vecinos, especialmente a los niños y niñas que se acercan con la esperanza de recibir de sus majestades el regalo que han pedido a los Reyes Magos.

Observar la cara de los niños recogiendo los regalos de los Reyes en la Iglesia parroquial de Casalarreina no tiene precio. Pero lo que sí puedo asegurar es que tiene mucho esfuerzo y mucho trabajo detrás, y eso es de agradecer.

Así que, simplemente, Gracias.