
Afortunadamente se va como lo que ha sido, un gran pelotari y una extraordinaria persona, que nunca se ha dado importancia por lo que hacía, a pesar de que allá por donde iba le paraban (y le paran) para felicitarle, hablar de pelota o de su último partido.
El diario La Rioja publica una extraordinaria entrevista con el pelotari, en la que deja ver los rasgos de su personalidad y su humanidad. Sí, la humildad de este deportista de élite fluye en cada una de las respuestas de la entrevista. Él es así. Cuando le preguntan sobre la coincidencia en el tiempo con el gran Titín III, y los años de rivalidad en los frontones entre "titineros y capellanistas" (tipo Madrid-Barça), Miguel contesta: "sólo puedo decir que Augusto ha hecho más grande a todos sus rivales. Nos ha engrandecido a todos". Ahí está Miguel, quitándose importancia y ofreciéndosela a Titín.


Miguel Capellán seguirá vinculado a la pelota, es su vida. Sin embargo, como él mismo dice, su vida serán "trigo, cebada, guisantes, alubia verde. No me voy a aburrir". Se va al campo, de agricultor, como su padre, y va en un difícil momento para la agricultura, pero él seguirá siendo aquel chico humilde de Hervías que nunca se dio importancia.
Suerte en tu nueva vida, Miguel.