He recibido una de las mejores noticias que podía recibir. Como en aquellos " telegramas azules " de Lorca, esta vez la buena noticia venía de parte del Ministro de Justicia del Gobierno de España, Francisco Caamaño , y lo que es más importante: de la Democracia española (así, con esa solemnidad). Ciertamente, no me ha cambiado la vida ni un ápice, pero me ha hecho muy feliz y creo que entederéis el porqué. Hace unos meses, y gracias a la ley de la Memoria Histórica, inicie los trámites para pedir una Declaración de Reparación y de Reconocimiento Personal de mi abuelo, Miguel Caperos Aragón, fusilado el 24 de noviembre de 1936 en La Barranca de Lardero , por el único hecho de haber sido concejal del PSOE en Casalarreina en tiempos de la II República, donde, paradojas de vida, ahora su nieto, que esto escribe, es Alcalde del mismo pueblo (guiños de la Historia). Que el Estado español, y en su nombre el Ministro de Justicia, hayan sido capaces de hacer feliz al único hijo q...