En estos días previos a la campaña electoral hablaremos mucho de política. También pretendo hablar mucho de ideas y de propuestas para mi pueblo, Casalarreina. Además tengo que colgar la Candidatura que me acompaña, que me sustenta diría yo, para el Ayuntamiento de Casalarreina, son gente extraordinaria, sin más intereses que cambiar su pueblo. Además estoy muy orgulloso de su apoyo, de su trabajo y de su ilusión por cambiar las cosas para mejorarlas.
Sin embargo, hoy al comprar "El País" me encontrado en su primera página con la imagen que he tomado prestada.
Es la imagen de un hombre muerto. Es la imagen de un ser humano que ha intentado llegar a España y no lo ha conseguido. Lo ha pagando con su vida. Es un verdadero drama. No creáis que me apetece mucho teorizar o intentar moralizar sobre la inmigración. No. No es eso, es simplemente que de ahora en adelante, volveremos a ver en los telediarios más imágenes como esta: la imagen de la muerte. Es posible que nos acostumbremos. Dios quiera que no. Nunca podemos acostumbrarnos a ver como muere un ser humano de esta manera. Merece la pena pensar en ello. Merece la pena intentar ponerse en el lugar de quien tiene una esperanza y es capaz de poner su vida en ello. Es posible, como se ha dicho en este blog, que no haya nada nuevo bajo el sol, pero se me encoge el corazón al ver el cuerpo de este joven sin vida. Descanse en paz.
Fotografía ganadora del premio Ortega y Gasset. Es merecido el premio y si se contempla bien da que mucho que pensar. Es terrible. ¿Por qué?
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