Esteban Gonzalez Pons se declara extremista de centro. Su discurso se mueve entre el chascarrillo y una intelectualidad suicida. Es el sonriente portavoz del Partido Popular
"Un hombre fronterizo"
Se llama Esteban González Pons, es el portavoz del PP, y su trabajo consiste en reír como el de otros en llevar la contabilidad. En las entrevistas busca el chiste con la desesperación con que el viejo boxeador golpea las cuerdas. Esta fotografía profidén, como todas las suyas, ilustraba una entrevista terrorífica, aparecida en EL PAÍS, en la que se declaraba un extremista de centro (je, je, qué gracia) al modo que Aznar se declaraba un fanático de la normalidad. Fanática de la normalidad fue la Inquisición. Fanáticos de la normalidad fueron Hitler y Franco y Pinochet y Videla. Fanáticos de la normalidad son Ratzinger y Bush. La normalidad está llena de fanáticos, por eso cuando detienen a un psicópata resulta que era un tío normal. Lógico.
Se ahorcó él sólo, sin necesidad de que le echara una mano el entrevistador, al asegurar, entre otras tonterías, que al PP le pasa lo mismo que al Partido Demócrata norteamericano, cuyo mensaje llega muy bien a los intelectuales, pero sin conmover al pueblo. No citó a un sólo intelectual, quizá en la convicción de que decir intelectual del PP constituye una aberración desde el punto de vista del sentido. Esteban Pons procede de Alianza Popular, un partido que temía a Adolfo Suárez y que estuvo en contra del aborto, del divorcio, y de la Constitución. No pasa nada. Como él mismo dijo al final de la entrevista, "yo siempre he actuado conforme al momento". Se encuentra en la frontera entre el reality show y la política basura. Cayó de este lado, pero habría hecho más carrera en Gran Hermano.
4 comentarios:
Muy bueno, muy bien descrito. !Cuidadín con él! Estebitan el manso más falso que un duro sevillano tipo Miguel Angel Rodriguez (el que se dedica a visitar las televisiones recomendando pastillas a la gente que no opina como él).
Salud y Progreso.
Lo leí esta mañana Félix y como a tí, me ha sorprendido gratamente.
Sobre todo me quedo con un párrafo que conviene guardar en la ciberteca: "Aznar se declaraba un fanático de la normalidad. Fanática de la normalidad fue la Inquisición. Fanáticos de la normalidad fueron Hitler y Franco y Pinochet y Videla. Fanáticos de la normalidad son Ratzinger y Bush. La normalidad está llena de fanáticos, por eso cuando detienen a un psicópata resulta que era un tío normal. Lógico.
Sensacional Millás una vez más.
Saludos.
En dos ocasiones he escrito sobre él. Como todos, tendrá cosas criticables y otras que no, como orador, no tiene precio, eso hay que reconocérselo!! Un abrazo, ;-)
Le he dedicado dos artículos y sólo puedo decir que como todo en esta vida, tiene cosas buenas y cosas malas. Como orador, hay que reconocer que no tiene precio!
Un saludo, ;-)
Publicar un comentario